Estrategias de marketing ecológico
- Fernando Ferreiro
- 1 sept 2021
- 6 Min. de lectura

Las personas cada vez están más comprometidas con el medio ambiente, por eso las estrategias de marketing ecológico cada vez tienen más peso en todo tipo de negocios.
En estas planificaciones la protección de la naturaleza y la sostenibilidad tienen un papel muy importante y el objetivo se centra en ofrecer nuestros productos y servicios con un valor ambiental que nos permita mejorar nuestra posición en el mercado.
Las empresas que aplican este tipo de acciones logran diferenciarse ofreciendo productos y servicios sostenibles, optando por procesos de producción o promoción menos contaminantes o contando con packing reducido o reutilizable; entre otras muchas acciones.
Este tipo de negocios son muy apreciados por los usuarios y clientes, de hecho, hay ciertos consumidores que toman todas sus decisiones de compra en base a la sostenibilidad y compromiso ecológico de la marca.
Es por eso que cada vez proliferan más las empresas que aplican tácticas poco éticas para hacer pasar sus productos por eco... sin serlo.
En este artículo veremos qué es el marketing ecológico y diferentes estrategias, qué son los falsos eco y qué tácticas utilizan y analizaremos cuatro dominios que pertenecen al sector eco.
¿Qué es el marketing ecológico?
El marketing ecológico o marketing verde es una forma de promocionar productos y servicios mientras se contribuye a la preservación de nuestros recursos naturales y la protección del medio ambiente.
Su objetivo principal es proteger los recursos materiales no renovables y, en mayor o menor medida, dar a conocer el compromiso ecológico de la marca.
Posiblemente, cuando pensemos en marketing ecológico lo primero que se nos venga a la mente es una marca extremadamente comprometida con el medio ambiente o que pertenezca a sectores relacionados con el reciclaje, energías renovables, etc.
Pero, sin embargo, es importante aclarar que prácticamente cualquier tipo de empresa puede aplicar acciones que se engloban dentro del marketing verde.
No en vano, casi todas las empresas contaminan o utilizan recursos no renovables.
Lo que significa que en su mano está implementar acciones y procesos para enmendar este impacto medioambiental.
Estas pueden involucrar todo tipo de medidas desde crear un producto ecológico, realizar un cambio en los envases y evitar o reducir el uso de plásticos, adoptar prácticas que sean sostenibles o crear campañas y promociones en pro de la defensa del medio ambiente.
¿Por qué optar por el marketing ecológico?
Adoptar este tipo de medidas supone sin duda un mayor desembolso pero acaba siendo rentable porque la demanda de soluciones ecológicas está aumentando a pasos agigantados.
De hecho, encontramos ya un perfil de consumidor que prefiere comprar productos que provengan de empresas ecológicas aunque esto suponga un mayor desembolso.
A estas personas se las engloba en una categoría que recibe el nombre de “LOHAS”, “Lifestyle of Health and Sustainability”, que se puede traducir como “Estilo de vida saludable y sostenible”.
Estos consumidores son personas en las que su sentido de la responsabilidad social y ambiental influye en su proceso de compra.
En este punto tenemos una doble lectura, por un lado, esto significa que si llevamos a cabo acciones de marketing ecológico atraeremos a estos consumidores pero, por el otro, y esto merece una reflexión más sosegada, que si no apostamos por la sostenibilidad perderemos la posibilidad de que estas personas consuman nuestros productos.
Además, la ventaja de este tipo de procesos es que no perjudican a los consumidores que no tengan un compromiso social.
Por lo tanto, aplicarlos, en ningún momento amenazará a la base de clientes que sí tenemos pero sí que nos permitirá alcanzar a un sector no trabajado.
¿Cómo funciona?
Como comentábamos antes, hay muchos tipos de acciones verdes que podemos llevar a cabo en nuestra empresa; más grandes o pequeñas y con un menor o mayor coste.
Vamos a ver algunas de ellas:
Reduce las materias primas que consumes y/o minimiza los residuos que generas
Y comunícalo.
En este punto, una de las mayores tendencias de marketing ecológico es optar y promover la cultura Cradle to Cradle (De la cuna a la cuna) que prima que todo sea reutilizable y volver al ciclo de vida de producto.
Promueve el consumo responsable
El primer punto es ofrecer productos sin obsolescencia programada pero también promover la cultura de la reutilización y la lucha contra el consumo rápido en favor de productos más elaborados y “especiales”.
La época navideña y las rebajas son momentos perfectos para promover esta cultura.
Consigue que tus productos estén avalados por etiquetas o certificaciones
Este punto no necesita mucho mayor desarrollo, ¿no te parece?
Participa y colabora con eventos en defensa del medio ambiente
Si quieres consolidar tu marca como una alternativa verde es importante que se te asocie con eventos ambientales.
Puedes participar de muchas formas, desde con una ponencia hasta con un stand para mostrar tus productos.
Mientras que a nivel local puedes promover eventos y acciones que fomenten el cuidado ambiental: campañas de reciclaje, concienciación, organizando una recogida de basura...
¿Se habla de tu marca en verde?
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Haz de tu empresa un ejemplo
Por ejemplo, facilitando el transporte sostenible hasta tu empresa, consumiendo productos ecológicos o favoreciendo la colaboración con otras entidades similares.
Y lo más importante, cuéntaselo todo a tus clientes utilizando las redes sociales.
Los falsos ecos
Como hemos visto, las empresas ecológicas cada vez son más apreciadas en el mercado y tal y como hemos explicado antes, existe un número creciente de personas que únicamente opta por este tipo de productos y servicios.
Por otro lado, los consumidores LOHAS están dispuestos a gastar más dinero que otro tipo de usuarios simplemente porque el producto sea sostenible.
Algo lógico, porque se entiende que los costes de producción son más elevados (al igual que su calidad).
Es por eso que cada vez más empresas optan por una práctica conocida como “greenwashing” o “lavado verde”.
Básicamente, esta estrategia -nada recomendable, por cierto- consiste en aplicar ciertos cambios en un producto (por lo general, ya existente) para que parezca eco pero, sin serlo.
Un ejemplo bastante sonado al respecto es el fraude que ha implicado de lleno a muchos productos bio.
Si consumes noticias habitualmente seguro que has leído más de una vez cómo se destapan escándalos relacionados con la venta de supuestos alimentos -generalmente frutas y verduras- que se promocionan como biológicos y procedentes de una agricultura sostenible sin serlo.
Tendencias y estrategias de marketing de los falsos ecos
El greenwashing va más allá y tiene prácticas bastante más sibilinas que simplemente mentir sobre la procedencia de un producto.
Y es que, mentir y engañar a los consumidores posiblemente salga mucho más barato que hacer algo realmente ecológico y sostenible.
Desde cambios en el packing, el uso de colores asociados con el ecologismo, hasta conseguir certificaciones un tanto fraudulentas…
Los falsos ecos utilizan todo tipo de técnicas para cobrarnos más por el mismo producto.
Vamos repasar las estrategias más populares:
Utilizar términos no regulados
Es decir, no validados por ningún marco legal.
Las etiquetas ecológico (eco), orgánico o biológico (bio) tienen diferentes organismos de certificación oficial pero si queremos “colar” un producto como verde sin serlo podremos utilizar otras palabras como artesano, tradicional, sano, milagroso, casero, de proximidad…
¡Sorpresa!
Aunque pueda parecer lo contrario ninguna de estas palabras es sinónimo de eco.
Uso de los términos y logotipos oficiales de forma fraudulenta
Ya sea por desconocimiento o de forma intencionada, podremos encontrar en el mercado productos que se anuncian como eco sin contar con la certificación oficial.
Solo un ingrediente eco… ¿Y el resto?
Esto se da muchísimo en el mundo de la cosmética, se anuncia un producto que contiene un ingrediente eco -posiblemente el que esté de moda en ese momento- y se ignora el resto.
Un tip: si un cosmético puede conservarse fuera de la nevera y dura más de un año, lo más probable es que tenga conservantes artificiales.
Packing pensado para despistar
En este punto encontramos de todo, desde utilizar unenvoltorio que realmente es ecológico para un producto que no lo es, hasta el uso de colores que inconscientemente asociamos con el mundo eco, pasando por supuesto por el uso de logotipos no oficiales con formas que imitan a los originales.
Los productos “0% algo”
Es decir, se anuncian destacando que no contienen X componente que todos asociamos con un contaminante o como algo negativo para la salud ignorando el resto de componentes.
Por ejemplo, tenemos unas galletas con 0% azúcares añadidos pero, si están ultraprocesadas y tienen una gran carga de conservantes y aditivos serán más perjudiciales para nuestra salud que un donut glaseado de la panadería del barrio.
Conclusiones
El marketing ecológico es sin duda un sector en alza y todo apunta a que seguirá creciendo en el futuro.
Cada vez hay más personas interesadas en el consumo de productos ecológicos y la procedencia y forma de fabricación de estos cada vez tiene más peso en el proceso de compra y en los hábitos de los consumidores.
Sin duda, estamos frente al escenario perfecto si queremos empezar a trabajar una estrategia SEO específica enfocada a posicionar una empresa o productos de este tipo.
Del mismo modo, trabajar estrategias de marketing verde es una oportunidad perfecta para atraer y retener a este tipo de consumidores.
A mi parecer, en los próximos años podremos ver cómo este sector sigue creciendo y cada vez aparecen más empresas de este tipo.
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